SCIENCE

La investigación como estilo de vida | Blog de Dylan Peña

Cómo investigar transforma nuestra manera de aprender y entender el mundo.

4/3/2025

Todo comenzó con una pregunta. Un pensamiento fugaz que se convirtió en un picor mental imposible de ignorar. Busqué respuestas, pero nadie a mi alrededor parecía tenerlas. En ese momento descubrí algo poderoso: investigar no es solo encontrar respuestas, es aprender a pensar, a conectar ideas, a entender la vida con nuevos ojos.

Investigar no es exclusivo de científicos o académicos, es una herramienta cotidiana que usamos sin darnos cuenta. ¿Cómo decides qué serie ver en Netflix? Buscas reseñas. ¿Cómo eliges qué carrera estudiar? Comparas opciones. ¿Quieres mejorar en algo? Ves tutoriales, pruebas y ajustas. Todos los días investigamos, pero no siempre somos conscientes del impacto que tiene en nuestra vida. “Lo importante es no dejar de hacerse preguntas”, decía Einstein. Y tenía razón. La diferencia entre quedarnos en la mediocridad o avanzar radica en nuestra capacidad de cuestionarnos.

Recuerdo cuando asistí a la COP16. Era un mundo de mentes inquietas, cada una con una pregunta diferente pero con el mismo impulso: buscar respuestas para cambiar el futuro. Allí entendí que la investigación no es un lujo, es una necesidad. No basta con opinar sobre el cambio climático, hay que estudiarlo. No es suficiente querer mejorar el mundo, hay que entenderlo. Como dijo Carl Sagan: “En algún lugar, algo increíble está esperando a ser descubierto”. Pero solo aquellos que investigan logran verlo.

Investigar no es un acto solitario. Es una conversación infinita con quienes vinieron antes y quienes vendrán después. Cuando compartí mis ideas con otros asistentes en la COP16, sus perspectivas enriquecieron la mía. No se trataba de demostrar quién sabía más, sino de construir juntos. Newton lo explicó mejor que nadie: “Si he visto más lejos, es porque estoy parado sobre los hombros de gigantes”. Cada descubrimiento es un eslabón en una cadena de conocimiento que solo crece cuando nos atrevemos a preguntar más.

Pero la investigación no sirve de nada si se queda en la teoría. Marie Curie lo dejó claro: “Nada en la vida debe ser temido, solo comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para temer menos”. Aprender es el primer paso. Lo que realmente cambia el mundo es lo que hacemos con ese conocimiento.

No necesitas viajar a una cumbre internacional para hacer de la investigación un hábito. Basta con observar el mundo con curiosidad. Cuestiona lo que parece evidente, busca respuestas, experimenta, aprende de otros. La investigación no es solo una herramienta para el aprendizaje, es un estilo de vida. Porque al final del día, no solo nos enseña sobre el mundo. Nos enseña sobre nosotros mismos y sobre lo que somos capaces de lograr.

Así que la próxima vez que sientas curiosidad por algo, no lo dejes pasar. Pregunta. Investiga. Descubre. Porque cada respuesta que encuentres te llevará a una nueva pregunta, y en ese ciclo infinito está la clave del aprendizaje verdadero.